Vestido de blanco y con una cinta negra en su cintura encontramos al educador Edwin Villarreal, con su mirada fuerte y sus gestos de guerrero enseñaba a un grupo de niños el arte de karate-do, Goju Ryu, él además de maestro de Educación Física enseña a los estudiantes de la escuela República de Chile en Calidonia, este deporte como pieza clave para una vida exitosa.
Villarreal aseguró que hay que tener vocación con lo que se hace, pues se tiene que trabajar con niños de diferentes clases sociales, humores y caracteres, razón por la que enseñar es una labor ardua, pero con muchas recompensas emocionales.
Mireya Fanovich, directora de la escuela República de Chile, aseguró que los educadores hacen un trabajo hermoso y calificativo, pero se necesita un poco más de apoyo del equipo central de educación, ya que se tienen muchas escuelas deterioradas que deben ser atendidas, pero en medio de esas necesidades, aseguró que muchos educadores como ella piensan que si existe otra vida, volverían a ser educadores.
El dirigente magisterial Diógenes Sánchez expresó que son muchas las carencias que enfrentan los educadores en el país, pero aun así siguen realizando su trabajo con vocación.
El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío, una frase célebre que muchos educadores recuerdan.